La unidad de prueba de Taruk está diseñada para operar con autonomía de hasta 350 kilómetros por carga
Como parte del proceso de modernización del transporte público en Chetumal, Quintana Roo, la gobernadora Mara Lezama Espinosa presentó el autobús Taruk, una unidad 100% eléctrica que tendrá pruebas operativas hasta el 11 de octubre en rutas piloto de la capital estatal.
Diseñado para ofrecer una alternativa de transporte sustentable, eficiente y accesible, este vehículo eléctrico se integra a las pruebas del sistema que busca transformar la experiencia de movilidad urbana en la región. Las evaluaciones se realizarán con usuarios en las rutas Caribe y Sian Ka’an, mientras que el 10 y 11 de octubre se llevarán a cabo recorridos técnicos en nuevas rutas, sin pasajeros.
El proyecto, desarrollado en colaboración con Megaflux, el Conahcyt y la Facultad de Ingeniería de la UNAM, apuesta por impulsar soluciones de tecnología eléctrica aplicadas al transporte público, un sector clave para la reducción de emisiones en las ciudades.
“El transporte público digno será una realidad en Quintana Roo. Seguimos en fase de pruebas, pero a inicios del próximo año comenzará a operar formalmente”, afirmó la gobernadora, acompañada por Rafael Hernández Kotasek, director del Instituto de Movilidad del Estado (IMOVEQROO).
Más detalles sobre Taruk
La unidad de prueba, con una longitud de 9.5 metros y capacidad para 60 pasajeros (28 sentados), está diseñada para operar con autonomía de hasta 350 kilómetros por carga, lo que la hace ideal para cubrir jornadas completas sin necesidad de recargas intermedias. Su motor eléctrico de 100 KW garantiza un funcionamiento silencioso, libre de emisiones locales, y adaptable al entorno urbano.
Hernández Kotasek agregó que durante esta fase se evaluará el rendimiento del autobús bajo condiciones reales: desempeño técnico, eficiencia energética, costos operativos y, especialmente, la experiencia de viaje para los usuarios.
Además de su desempeño ambiental, la unidad también cuenta con accesibilidad universal, incluyendo espacios para personas usuarias de silla de ruedas, con lo cual se busca garantizar movilidad inclusiva para todos los sectores de la población.
Aunque fue diseñado y fabricado en México, el enfoque del proyecto va más allá de lo nacional: apunta a consolidar capacidades industriales y tecnológicas en electromovilidad que puedan escalarse a otras regiones del país y América Latina.
“El Taruk es más que un vehículo; es una muestra de hacia dónde puede avanzar el transporte público cuando se combina innovación tecnológica, visión urbana y compromiso con el medio ambiente”, concluyó Lezama.





