Yazmín Pizarro, directora general de CAMEC México, analiza los cambios derivados de la creación de la Comisión Nacional de Energía, los nuevos lineamientos para permisos, el RENAGAS y los operativos de inspección. Advierte: el cumplimiento normativo es hoy más crucial que nunca.
La industria de hidrocarburos en México atraviesa una transformación regulatoria profunda. Con la reciente creación de la Comisión Nacional de Energía (CNE), la entrada en vigor de nuevas disposiciones, los operativos de ASEA, Profeco y el SAT, y la urgencia de cumplir con el RENAGAS, los permisionarios enfrentan un panorama complejo, incierto, pero lleno de oportunidades de orden y legalidad. En entrevista con Panorama Industrial, Yazmín Pizarro, directora general de CAMEC México, desglosa los principales cambios y ofrece recomendaciones clave para el sector.
Un nuevo órgano, un nuevo modelo
La Comisión Nacional de Energía reemplaza parcialmente funciones antes ejercidas por la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Con un nuevo diseño orgánico —ya sin comisionados, ahora con un director general y un comité técnico—, la CNE promete mayor especialización. Pero también, advierte Yazmín, “todavía no se han publicado las reglas de operación internas, por lo que hay mucha incertidumbre”.
Uno de los cambios más sensibles afecta directamente a los trámites de permisos. Quienes tenían procedimientos en evaluación antes de la entrada en vigor de la nueva comisión, tuvieron solo 10 días para ratificar su solicitud. De no hacerlo, deben reiniciar el proceso desde cero, cumpliendo además nuevos requisitos que involucran ahora la validación fiscal por parte del SAT, como las opiniones de cumplimiento positivo.
“Este punto es fundamental. Ya no solo basta cumplir con requisitos técnicos. Ahora hay un componente fiscal muy fuerte que puede frenar o facilitar el ingreso de un permiso”, alerta.
Obligaciones detenidas, plazos agotados
Durante el proceso de transición de la CRE a la CNE, los trámites quedaron suspendidos por casi dos meses, afectando a miles de permisionarios. Ante esto, la nueva comisión abrió un plazo de 15 días —vencido en junio— para que los titulares de permisos actualizaran obligaciones atrasadas, como reportes, manifestaciones y dictámenes.
“Fue una prórroga necesaria, pero muy corta. Muchas empresas no lograron cumplir en ese lapso, por eso es vital estar atentos a los próximos comunicados de la autoridad”, señala Yazmín.
RENAGAS: hacia una radiografía del sector
Otro cambio estructural es el fortalecimiento del RENAGAS, el Registro Nacional de Gasolinas y de Instalaciones de Gas LP, implementado por la ASEA. Su objetivo: tener una radiografía real de cuántas instalaciones existen, en qué condiciones están y qué grado de cumplimiento tienen.
El registro, indica Pizarro, no es solo un trámite más. “Es la puerta de entrada para participar en futuros programas de regularización o modernización. Quien no esté registrado, quedará fuera”. Además, permite detectar instalaciones irregulares o en la informalidad, cerrando el paso a prácticas de competencia desleal y riesgos ambientales.
Inspecciones, clausuras y riesgos fiscales
La CAMEC ha detectado un aumento en las inspecciones coordinadas entre ASEA, Profeco y el SAT, lo que ha derivado en un número creciente de clausuras de estaciones de servicio. Las causas más comunes: incumplimiento en materia de impacto ambiental, falta de actualizaciones en modificaciones de infraestructura y, más recientemente, irregularidades en controles volumétricos.
“El SAT está siendo particularmente estricto”, comenta Pizarro. “Las sanciones más severas son la suspensión de sellos digitales, lo cual implica que no puedes facturar ni operar legalmente. Es una parálisis total”.
En algunos casos, las empresas enfrentan dobles clausuras simultáneas: una por razones ambientales y otra por motivos fiscales. Esto agrava las consecuencias operativas y reputacionales para los permisionarios.
¿Qué pueden hacer las empresas?
La directora de CAMEC enfatiza que el primer paso es tener un panorama general del cumplimiento normativo. Esto incluye aspectos ambientales, fiscales, técnicos y operativos. “Antes de entrar a registros como el RENAGAS o volver a ingresar permisos, es recomendable hacer una auditoría integral de la instalación”.
Solo así, dice, es posible trazar un plan de acción, definir prioridades y prever sanciones. “CAMEC ofrece precisamente ese acompañamiento: ayudamos a los permisionarios a tener claridad sobre qué tienen, qué les falta y cómo solucionarlo.”
Además, la firma promueve cronogramas personalizados por instalación, que permiten avanzar en la regularización sin perder de vista el día a día operativo de las empresas.
Cumplir, profesionalizar, anticiparse
Yazmín Pizarro destaca que, aunque el entorno regulatorio actual puede parecer hostil, también es una oportunidad para ordenar el sector, elevar la profesionalización y establecer estándares más justos para todos. “El cumplimiento no debe verse como un castigo, sino como una herramienta para operar con certidumbre y competir en igualdad de condiciones”.
El mensaje final a los líderes del sector es claro: la improvisación ya no es opción. “Hoy más que nunca es imprescindible conocer tus obligaciones, cumplir a tiempo y tener evidencia de todo. Es la única forma de evitar clausuras y seguir operando con legalidad”, concluye.