Moody’s advierte que Pemex necesitará $25,900 MDD en 2026-2027. Su liquidez depende del respaldo estatal, nuevos socios y éxito del plan estratégico.
La calificadora Moody’s advirtió que Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrentará necesidades financieras críticas en los próximos años, estimando que requerirá 25,900 millones de dólares entre 2026 y 2027 para hacer frente a sus riesgos operativos, incluso con el respaldo del nuevo plan estratégico del gobierno federal.
Para el año 2025, Moody’s calcula que la empresa necesitará 34,800 millones de dólares, mientras que para 2026 y 2027 los requerimientos serían de 18,400 y 7,500 millones de dólares, respectivamente. Estas cifras reflejan las presiones persistentes sobre la liquidez de la empresa, a pesar de los intentos del gobierno por estabilizarla.
Entre los principales desafíos, Moody’s subraya la disminución constante en la producción de los campos maduros, la reducción de las actividades de perforación debido a restricciones financieras, y los altos riesgos de ejecución asociados con nuevos descubrimientos y recursos no convencionales.
Aunque el Plan Estratégico 2025-2035 de Pemex busca revertir la tendencia a la baja en la producción y mejorar la liquidez de la empresa, su éxito dependerá de varios factores: la atracción de socios estratégicos, la gestión eficiente de los costos y el cumplimiento de metas ambiciosas de producción.
Moody’s también destacó el continuo y elevado apoyo gubernamental hacia la petrolera. Esto incluye asignaciones presupuestarias directas, pagos de deuda, recompras de bonos, así como la creación de un fondo respaldado por el Estado para solventar adeudos con proveedores e impulsar nuevas inversiones.
La agencia crediticia también enfatizó que el plan actual tiene como objetivo evitar un colapso financiero, tras haberse registrado a inicios de 2025 el nivel más bajo de producción petrolera de las últimas cuatro décadas.
Este análisis se suma a las recientes alertas sobre la sostenibilidad financiera de Pemex, cuya deuda asciende a casi 100 mil millones de dólares y mantiene fuertes atrasos en pagos a contratistas y proveedores, afectando directamente la operación de refinerías y proyectos de infraestructura energética.





