EE.UU. condiciona la extensión del T-MEC al cumplimiento de México en energía, telecomunicaciones y agricultura, con evaluaciones formales antes de negociar cambios o renovaciones del tratado.
El gobierno de Estados Unidos no iniciará negociaciones para extender o renovar el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) hasta que México cumpla con los requisitos estipulados en el acuerdo actual, particularmente en temas relacionados con energía, telecomunicaciones y agricultura, señaló Jamieson Greer, representante de Comercio de EE.UU., en un foro del New York Economic Club.
Greer destacó que existen rubros donde México “debería estar cumpliendo” con el T-MEC y no lo está haciendo, entre ellos el sector energético. Durante las últimas semanas, su equipo ha sostenido conversaciones con funcionarios mexicanos sobre cómo mejorar el cumplimiento de los compromisos, en anticipación de una evaluación formal que Washington prepara para el próximo mes.
La postura estadounidense refleja su preocupación por las políticas energéticas implementadas en México en los últimos años, especialmente las que fortalecen a empresas estatales como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Estas medidas han sido cuestionadas por inversionistas extranjeros y por el propio gobierno de EE.UU., al considerarlas restrictivas para la participación privada y contrarias al espíritu de apertura y competencia que promueve el T-MEC en materia energética.
Greer subrayó que “no tiene sentido hablar de extender el tratado o actualizarlo cuando México ni siquiera está cumpliendo con partes importantes”. En este contexto, adelantó que EE.UU. evaluará formalmente el desempeño de México en materia de energía y otros sectores antes de considerar cualquier negociación para renovar o ampliar el tratado trilateral.
Durante su presentación, el representante de Comercio también cuestionó la estructura misma del T-MEC, sugiriendo que muchas de las futuras negociaciones podrían realizarse de forma bilateral, especialmente en áreas sensibles como energía. Esto implicaría que EE.UU. podría abordar directamente con México los temas energéticos y regulatorios, sin involucrar necesariamente a Canadá.
Mientras tanto, el gobierno de Donald Trump ha abierto un periodo de consultas públicas sobre la renegociación del T-MEC. Organismos empresariales y sectores como el energético, agrícola y de telecomunicaciones han estado en contacto con funcionarios estadounidenses para presentar cambios específicos al tratado, que deberán ser revisados por el Congreso en caso de que se proponga una extensión o modificación del acuerdo.





