El gobierno federal alista una reestructura financiera y operativa de Pemex para enfrentar su deuda histórica y fortalecer su papel en la producción energética nacional.
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que su administración trabaja en una reestructura financiera y de producción energética para Petróleos Mexicanos (Pemex), como parte de una estrategia integral para sanear las finanzas de la empresa productiva del Estado y fortalecer su papel en el desarrollo nacional. Aunque no dio una fecha específica, adelantó que los detalles del plan serán anunciados en las próximas semanas.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum contextualizó la situación actual de Pemex al señalar que la deuda de la empresa se disparó durante los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, lo que dejó a la administración de Andrés Manuel López Obrador con una empresa debilitada financieramente. A pesar de los esfuerzos recientes —como la reestructura parcial de la deuda, la rehabilitación de refinerías y nuevas inversiones—, aún persisten adeudos con proveedores y desafíos estructurales.
El nuevo gobierno, aseguró Sheinbaum, trabaja con los directivos de Pemex para afinar una estrategia que permita estabilizar las finanzas de la petrolera, asegurar su viabilidad a largo plazo y aumentar su eficiencia en la producción de energía. Esta reestructura buscará no solo equilibrar los pasivos, sino también transformar operativamente a la empresa.
La medida cobra especial relevancia en un contexto en el que Pemex enfrenta producción decreciente, altos vencimientos de deuda y un entorno global en transición energética. Una reestructura integral puede representar una oportunidad para redefinir el rol estratégico de Pemex en el país y fortalecer la soberanía energética.
Sheinbaum ha sido enfática en mantener a Pemex como empresa pública, pero moderna, eficiente y sustentable, en línea con una visión de largo plazo donde la energía sea motor de bienestar social y desarrollo económico.