México avanza en electromovilidad con estrategias, infraestructura y formación, pero aún enfrenta desafíos regulatorios, energéticos y ambientales que requieren acción coordinada y sostenida.
La transición energética y la electromovilidad son dos de los temas más urgentes y transformadores del siglo XXI. En entrevista para Panorama Energético de Industry & Energy Magazine, Yolanda Villegas, Directora Legal, de Relaciones Institucionales y de Compliance de ENVASE, nos ofreció una visión integral sobre el momento que vive México en esta materia.
De acuerdo a Villegas, México ha comenzado a dar pasos importantes. Existen proyecciones alentadoras: para 2037 se espera contar con más de 17 mil estaciones de carga y 5.5 millones de vehículos eléctricos en circulación. Este crecimiento implicará una demanda adicional de energía del 3.1% sobre el sistema eléctrico nacional. Además, del 2021 al 2023 las ventas de autos eléctricos e híbridos aumentaron 220%, según el INEGI.
Sin embargo, estos avances contrastan con la falta de un marco regulatorio completo. A pesar de hitos como las primeras disposiciones de contratación de infraestructura eléctrica en 2023, aún faltan normas oficiales, protocolos de seguridad y capacitación técnica para evitar riesgos como incendios o instalaciones deficientes.
Un tema relevante abordado en la entrevista fue la eliminación de la exención arancelaria a autos chinos en octubre de 2024, lo que podría frenar su masificación. Este tipo de decisiones demuestra que la electromovilidad no solo depende de la tecnología, sino también de la política comercial y fiscal.
Villegas hizo énfasis en los incentivos: si bien ya existen estímulos fiscales, estos deben ampliarse para acelerar la transición. Por otro lado, destaca la creciente demanda de medidores eléctricos, que creció 53% entre 2022 y 2023, según datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Además de su rol en ENVASE, Villegas lidera iniciativas educativas como el Diplomado de Electromovilidad del ITAM, el primero en su tipo en México. Este programa ya suma dos generaciones y en octubre iniciará su tercera edición. La formación aborda la electromovilidad como un ecosistema que incluye vehículos, infraestructura, planeación urbana, almacenamiento energético y más. El perfil de los inscritos es diverso: desde propietarios de autos eléctricos hasta profesionales del sector energético que buscan adaptar sus modelos de negocio a esta nueva realidad.
La conversación también abordó la preocupante situación hídrica del Valle de México. Con una demanda de 60 m³ por segundo y fugas del 40%, se evidencia una crisis alimentada por el crecimiento poblacional, el cambio climático y la falta de mantenimiento de infraestructura. Villegas advirtió que el sobreuso del acuífero está hundiendo la ciudad, y que el sistema Cutzamala solo opera al 30% de su capacidad. Por lo que urge fomentar estrategias como la cosecha de agua.
Sobre transición energética, la abogada resaltó que México ha cumplido parcialmente sus compromisos del Acuerdo de París, con una penetración de renovables cercana al 30%. Pero aún falta avanzar en descarbonización, digitalización y democratización energética. Recordó que la transición energética no es un salto inmediato: estamos pasando del petróleo al gas natural —donde México tiene una ventaja en estados como Nuevo León y Tamaulipas— antes de llegar al hidrógeno verde y a un sistema eléctrico verdaderamente limpio.
En materia de transición energética, México está en movimiento. Hay iniciativas, proyectos, formación y participación empresarial. Pero también persisten vacíos legislativos, desafíos de implementación y necesidades urgentes en infraestructura y coordinación. La transición energética no solo es posible, es necesaria. Pero para lograrla, hace falta visión, planeación, inversión y voluntad política. Como bien dijo Villegas: el futuro será sostenible o no será.