La calidad, trazabilidad y controles volumétricos son pilares regulatorios clave para las permisionarias de petrolíferos. Su cumplimiento mejora la eficiencia operativa, evita sanciones y fortalece la confianza del consumidor en un sector que exige mayor transparencia, legalidad y sostenibilidad.
En el cambiante entorno del sector energético mexicano, las permisionarias de petrolíferos enfrentan una creciente exigencia para cumplir con una regulación cada vez más estricta y técnica. Entre los múltiples desafíos regulatorios, existen tres pilares fundamentales que deben atenderse con especial prioridad: la calidad del producto, la trazabilidad del mismo y los controles volumétricos. Estos tres engranes constituyen la base para asegurar un mercado más transparente, eficiente y seguro para los consumidores y para toda la cadena de valor.
1. Calidad del petrolífero: un compromiso con el usuario y el medio ambiente
La NOM-016-CRE-2016 establece las especificaciones de calidad que deben cumplir los petrolíferos. Entre otras disposiciones, obliga a las permisionarias a realizar pruebas semestrales en laboratorios acreditados y obtener un dictamen anual de calidad. Esta normativa tiene como objetivo garantizar que el combustible que llega al usuario final cumpla con los estándares establecidos, protegiendo la salud pública, el medio ambiente y el buen funcionamiento de los equipos y vehículos.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno Federal, como la verificación en instalaciones, revisiones fronterizas o la cancelación de permisos, el problema del producto mezclado persiste y se ha intensificado: se estima que más del 30% de los combustibles en el país presenta algún tipo de adulteración. Esto genera daños en vehículos, instalaciones, pérdidas económicas y un impacto negativo en el desarrollo energético nacional.
En el caso de las estaciones de servicio, muchas veces el combustible adulterado se detecta hasta que los consumidores reportan fallas en sus vehículos o los equipos presentan deterioro. Por ello, las pruebas rápidas de laboratorio, que permiten detectar en menos de un minuto el porcentaje de alcohol en la gasolina, se han convertido en herramientas clave.
Además, conforme a la nueva Ley del Sector Hidrocarburos, la Comisión Nacional de Energía (CNE) podrá seguir ejecutando las pruebas de calidad, auxiliándose de laboratorios acreditados. Aunque aún está pendiente la emisión de lineamientos específicos, las permisionarias deben prepararse para los ajustes regulatorios que se avecinan.
2. Trazabilidad: clave para combatir el mercado ilegal
La trazabilidad del petrolífero implica la capacidad de seguir el producto desde su origen hasta su destino final, garantizando que no haya sido manipulado o adulterado durante su traslado. Este principio es esencial para mantener la calidad y cantidad del combustible, así como para combatir la ilegalidad en el mercado.
En el caso de las estaciones de servicio, la trazabilidad debe acreditarse mediante documentación como:
- Contratos de suministro
- CFDI de compra
- Facturas de transporte
- Cartas porte
- Permisos de los socios comerciales
- Certificados de calidad
No acreditar esta trazabilidad puede derivar en sanciones económicas, clausuras o incluso consecuencias penales. La transparencia documental se ha vuelto una herramienta indispensable para fortalecer la legalidad en el sector.
3. Controles volumétricos: precisión, seguridad y cumplimiento fiscal
Aunque los controles volumétricos existen desde 2004, su implementación se ha vuelto más compleja y rigurosa con las reformas fiscales más recientes. Hoy en día, las permisionarias deben contar con sistemas tecnológicos certificados que registren con precisión todos los movimientos de volumen: entradas, salidas y existencias del producto.
El cumplimiento en esta materia abarca tres elementos clave:
a) Programa informático
Deben utilizarse aplicaciones especializadas que recojan información de los dictámenes, CFDI, pedimentos y otros documentos, generando reportes diarios y mensuales requeridos por el SAT.
b) Seguridad cibernética
La protección de los sistemas de medición es vital. Invertir en ciberseguridad minimiza riesgos de ataques y garantiza la integridad de los datos, generando mayor confiabilidad en las operaciones.
c) Sistema de Gestión de la Medición (SGM)
Un SGM efectivo asegura que los instrumentos estén correctamente calibrados y operen bajo los lineamientos técnicos establecidos. Esto mejora la precisión en las mediciones y, en consecuencia, la calidad del servicio.
La implementación de un SGM debe contemplar procesos de calibración, cubicación y configuración periódica de los equipos, de acuerdo con lo establecido en la Resolución 811/2016 y el Anexo 30 del SAT. Además, es crucial capacitar al personal sobre la importancia de la medición y los procedimientos correspondientes.
Conclusiones
La Ley del Sector Hidrocarburos contempla, en sus artículos 89 y 119, las obligaciones específicas de los permisionarios en materia de controles volumétricos, trazabilidad y calidad. El incumplimiento en cualquiera de estos rubros puede derivar en la revocación del permiso, sanciones administrativas y responsabilidad penal.
Estos tres engranes —calidad, trazabilidad y control volumétrico— no solo constituyen obligaciones legales, sino que también representan una oportunidad estratégica para las permisionarias: permiten mejorar el control interno, asegurar la calidad del producto, reducir costos, elevar la confianza del consumidor y, en última instancia, contribuir a un sector energético más competitivo, transparente y sustentable.