Pemex reconoce adeudos por 506 mil mdp, pero fuentes estiman que podrían superar el billón al incluir servicios no facturados. Empresas enfrentan quiebra inminente.
Petróleos Mexicanos (Pemex) reconoció de forma oficial una deuda con sus proveedores de 506 mil millones de pesos. Sin embargo, de acuerdo con estimaciones de expertos y contratistas consultados por Grupo Reforma, la cifra real podría superar el billón de pesos, considerando trabajos y suministros ya realizados que aún no han sido facturados formalmente ante la empresa estatal.
Las fuentes indican que no existe certeza sobre qué contratistas han recibido pagos o abonos y qué montos siguen pendientes. Una de las voces consultadas fue clara: “Las consecuencias del impago ya no tienen vuelta atrás. Muchas empresas pararon operaciones y aunque mañana les paguen, algunas no van a sobrevivir”.
Este retraso en los pagos ha generado quiebras, despidos masivos y ruptura de cadenas de suministro. Además, ha minado la confianza del sector privado en los procesos administrativos de Pemex, al tiempo que impide que nuevas inversiones fluyan con certidumbre al sector energético nacional.
Durante los primeros meses de su administración, la presidenta Claudia Sheinbaum prometió que la deuda de Pemex se pagaría “en su mayoría” entre marzo y abril de 2025. No obstante, reconoció posteriormente que el proceso se había retrasado y que se implementó un esquema especial para atender estos pagos, que aún está en curso.
Esta situación ocurre en un momento crítico para Pemex, que arrastra además una deuda financiera superior a los 97 mil millones de dólares, siendo la petrolera más endeudada del mundo. La falta de liquidez afecta también su capacidad operativa y de producción, además de poner presión adicional sobre las finanzas públicas del país.
A medida que el gobierno busca consolidar una política energética soberana, el reto inmediato será resolver este pasivo sin comprometer aún más el equilibrio fiscal ni sacrificar la credibilidad institucional del sector energético.