La crisis de pagos de Pemex y la caída en la producción petrolera han hundido la economía de Ciudad del Carmen, antigua capital energética de México.
Ciudad del Carmen, Campeche, que alguna vez fue símbolo del auge petrolero en México, atraviesa una profunda crisis económica. Hace dos décadas, esta ciudad costera vivió su apogeo gracias al megaproyecto Cantarell, que llegó a producir hasta 2 millones de barriles diarios de crudo, elevando la producción nacional a un histórico de 3 millones de barriles por día en 2004. Este auge transformó una comunidad pesquera en una zona industrial estratégica, atrayendo a Petróleos Mexicanos (Pemex), empresas de servicios, hoteles, restaurantes y entretenimiento.
Sin embargo, el declive de Pemex en años recientes ha reducido la producción nacional a 1.3 millones de barriles diarios. Aunque Campeche aún aporta 801 mil barriles al día —el mayor volumen del país—, esto no ha sido suficiente para sostener la actividad económica de la región.
El golpe más fuerte ha sido la deuda de Pemex con sus proveedores, que empresarios locales estiman en cerca de un billón de pesos. Esta falta de pagos ha paralizado la economía de Ciudad del Carmen, provocando el cierre o reducción de operaciones en diversos sectores.
El aeropuerto, que solía tener ocho vuelos diarios, ahora apenas sostiene dos. El sector hotelero y comercial también se ha visto afectado. La Cámara Nacional de Comercio reportó una caída del 70% en las ventas de sus afiliados durante diciembre pasado, en el punto más crítico de la crisis de pagos.
Hoy, la ciudad que alguna vez representó la promesa de la abundancia energética, enfrenta desempleo, cierre de negocios y migración de talento. La esperanza de reactivación depende de la solución al rezago financiero de Pemex y de nuevas políticas públicas que reconecten a Ciudad del Carmen con el desarrollo económico nacional.