Los aranceles de Estados Unidos obligan a Pemex a diversificar sus exportaciones. China, India y Europa emergen como opciones clave mientras la petrolera mexicana reestructura su estrategia.
La imposición de aranceles del 25% por parte del gobierno de Donald Trump ha obligado a Petróleos Mexicanos (Pemex) a modificar su estrategia de exportación. Tradicionalmente, la petrolera ha dependido de Estados Unidos, que recibe el 80% de sus exportaciones y el 75% de su crudo pesado Maya. Sin embargo, el nuevo panorama comercial ha llevado a México a explorar mercados alternativos en Europa y Asia, particularmente en China, India, Corea del Sur y Japón, donde hay interés en el crudo mexicano.
Funcionarios de PMI, el brazo comercializador de Pemex, afirman que “solo Asia” tiene la capacidad de absorber los volúmenes que ya no se envíen a EE.UU. debido a su infraestructura de refinación apta para procesar crudo pesado. La empresa ha descartado ofrecer descuentos para compensar los aranceles, reafirmando que México tiene alternativas viables.
La producción petrolera de México ha caído a niveles mínimos en cuatro décadas, lo que agrava la situación. En 2024, Pemex exportó un promedio de 806,000 barriles diarios (bpd), de los cuales el 57% se destinó a EE.UU. En enero de 2025, las exportaciones cayeron 44% interanual a 532,404 bpd, su nivel más bajo en décadas.
La incertidumbre persiste, pero Pemex confía en redirigir sus exportaciones sin afectar su rentabilidad. Mientras tanto, las refinerías estadounidenses no han dejado de comprar crudo mexicano, aunque el gobierno de México sigue evaluando estrategias ante la guerra comercial.