Pemex perdió 43 mil millones en 1T25, aumentó su deuda a 2 billones de pesos y perdió el respaldo del fondo soberano de Noruega y aseguradoras.
Durante el primer trimestre de 2025, Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó una pérdida neta de 43,329 millones de pesos, una caída del 11.3% en la producción de hidrocarburos y una reducción del 5% en el procesamiento de crudo. Estos resultados, presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC), reflejan el agravamiento de la crisis operativa y financiera que enfrenta la empresa estatal.
A esta situación se suma una deuda total de 2.05 billones de pesos, de la cual más de 415 mil millones deben pagarse este mismo año. Aunque recibió un respaldo federal de 80 mil millones de pesos, más de la mitad de sus compromisos financieros vencen en los próximos tres años.
El área más golpeada fue Pemex Transformación Industrial (PTRI), encargada de refinerías y fertilizantes, que reportó una pérdida de 79,513 millones de pesos en el mismo periodo. Además, el margen de refinación cayó drásticamente de 12.96 a 3.12 dólares por barril en solo tres meses, un desplome del 76%.
A nivel internacional, Pemex pierde credibilidad. El fondo soberano de Noruega —el más grande del mundo— retiró sus inversiones en bonos de Pemex, calificando a la empresa como un riesgo inaceptable por presunta corrupción entre 2004 y 2023.
La reaseguradora Swiss Re Swiss Re ha anunciado que, conforme a su política global ESG y específicamente a su Oil & Gas Policy. Esta decisión responde a lineamientos enfocados en criterios ambientales y de transición energética para el aseguramiento de riesgos individuales en el sector, sin hacer referencia directa a ninguna empresa o institución.
De manera general, Swiss Re continúa colaborando con aseguradoras y empresas comprometidas con la transición energética, incluso a través de contratos de reaseguro por tratados, donde los criterios ESG se evalúan de forma integral. En este contexto, compañías como Petróleos Mexicanos (Pemex) deberán fortalecer sus prácticas de sostenibilidad si buscan seguir accediendo a coberturas en un entorno cada vez más alineado con objetivos climáticos.
El informe evidencia un deterioro estructural en la petrolera más endeudada del mundo. El futuro inmediato dependerá del respaldo gubernamental, la capacidad de refinanciar deuda y de cumplir con sus metas de producción en un contexto internacional cada vez más restrictivo.