El huachicol de hidrocarburos y de energía eléctrica se siguen presentando en municipios del Estado de México como Tenancingo, Otumba y Axapusco, lo cual demanda una estrategia sólida para el combate de este tipo de actividades ilícitas
Estos días se dieron a conocer diversos actos ilícitos respecto al robo de combustibles y de energía eléctrica en regiones del Estado de México.
El primer caso lo registraron extrabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) al captar imágenes de postes y cables al interior de las instalaciones de la planta hidroeléctrica de San Simonito, en Tenancingo, Estado de México, en los cuales se puede ver que están conectados a las líneas de tensión media de la CFE, en lo que se concluye como un “huachicoleo de electricidad“.
Además, los extrabajadores presentaron pruebas de una granja de criptomonedas que presuntamente operaba dichas instalaciones, un tema que ya es conocido desde inicios de año, ya que se informó de la presencia de este extracciones ilegales de energía para monedas virtuales a través de conexiones clandestinas a la red eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad en inmuebles del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en Nuevo Necaxa, Puebla.
Los integrantes del SME evidenciaron que en los modulares se pueden observar decenas de servidores como los que se utilizan para el minado de criptomonedas.
Huachicol de hidrocarburos
El siguiente caso ocurrió en el kilómetro 241+850 de la carretera Xala, en el municipio mexiquense de Axapusco, donde elementos de la Guardia Nacional (GN) y la Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) localizaron una conexión irregular en un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex).
De acuerdo con las autoridades, el mecanismo empleado incluía un niple metálico soldado directamente al ducto, conectado a una válvula de cierre rápido de baja presión, tecnología comúnmente usada en el robo de combustible.
El sitio fue asegurado de inmediato para permitir que técnicos de Pemex realizarán los trabajos necesarios para clausurar la toma ilegal.
Estos casos se suman al que se suscitó en Otumba, Estado de México a inicios de junio, donde seis hombres perdieron al derrumbarse un túnel clandestino presuntamente utilizado para la extracción ilegal de combustible en el poblado de Cuautlalcingo, en donde inicialmente los pobladores se negaban que entraran las autoridades.
Con base en los reportes, el túnel se ubicaba a 300 metros de un ducto de Pemex, en medio de nopaleras y sembradíos de maíz, desconociéndose el motivo por el cual se desplomó quedando atrapadas las seis personas al filo de las 20:30 horas.
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