La deuda de Pemex con proveedores aumentó 11% en un año, alcanzando 404 mil millones de pesos y generando crisis financiera en empresas contratistas.
La deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) con sus proveedores y contratistas alcanzó un nuevo máximo al dispararse 11% en el primer trimestre de 2025, situándose en 404 mil millones de pesos.
Esta cifra representa un incremento de 39 mil millones respecto al mismo periodo del año anterior, cuando la deuda era de 364 mil millones.
El monto adeudado por Pemex se ha convertido en el segundo mayor pasivo de corto plazo de la empresa, solo detrás de su deuda financiera inmediata (561 mil millones), y por encima de otros compromisos como impuestos, cuentas acumuladas e instrumentos financieros.
El creciente impago ha generado una grave crisis entre las empresas proveedoras de servicios, muchas de las cuales reportan meses sin recibir pagos. Algunas se encuentran al borde del cierre por no poder cubrir sus propios costos operativos, y varias aseguran que la deuda real supera lo reportado oficialmente, superando los 500 mil millones de pesos.
Aunque Pemex afirma que está trabajando para saldar sus pasivos en los próximos meses, la falta de claridad y los constantes retrasos han provocado desconfianza entre los contratistas. La situación pone en riesgo la continuidad de numerosos proyectos, así como miles de empleos que dependen de la cadena de suministro de la petrolera estatal.