Autoridades de la CMIC informaron que los proyectos sostenibles generan beneficios a largo plazo, sin embargo, el costo inicial dentro de la construcción puede ser entre el 5 o el 15% mayor de una obra convencional, pero con un retorno menor a 5 años
En conferencia de prensa, el Ing. Roberto Calvet Roquero, vicepresidente ejecutivo de sustentabilidad de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), dio a conocer que las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por las actividades económicas en México llegan hasta los 638 millones de toneladas de CO2 al año, lo que nos posiciona en el número 14 a nivel mundial.
“Esto provoca escasez de recursos y retratos de obras, así como mayores costos en la productividad de los proyectos”, aseguró Calvet.
Mencionó que para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible del país, se necesita una brecha de financiamiento equivalente al 7% del PIB del 2023. Hay que tomar en cuenta que las actividades económicas siguen dependiendo de la energía fósil, ya que al cierre de 2023, el 75.7% de la electricidad usada proviene de fuentes fósiles y apenas el 24.3% de energías renovables.
Mencionó que la construcción ha influido significativamente en extracción de materiales y la transformación de zonas rurales en infraestructura. El vicepresidente mencionó que la asignación de 194 mdd de la ONU para el cumplimiento de las metas sustentables de México abre una nueva oportunidad para adaptar modelos de producción sostenibles.
Nuevos modelos sustentables en la construcción
De acuerdo al Consejo Mexicano de Finanzas Sostenibles, en 2023 se obtuvieron 61 proyectos con financiamiento verde, de los cuales 13 estaban relacionados con el sector de la construcción.
Mientras que en 2025. la Bolsa Mexicana de Valores alcanzó más de 400 mil mdp colocados en instrumentos que cuentan con criterios ASG, donde 10.4% se destinó al sector de la construcción.
“La implementación de innovación y regulaciones adecuadas no solo mejora la eficiencia en los proyectos, sino que también contribuye a la accesibilidad a las prácticas sostenibles, así como eficiencia energética y reducción de residuos”, dijo Calvet.
Aseveró que las iniciativas en la industria de la construcción abarcar desde agregar reciclados en la elaboración del concreto o aislamiento de fibras recicladas hasta la construcción modular, compuesta por módulos reutilizables que se puedan trasladar o reconfigurar al final de la vida útil del proyecto.
De igual forma, la CMIC propone la aplicación de tecnología para planificar el ciclo de vida de los materiales y reutilizar su uso; agregó que las construcciones prefabricadas pueden ser una opción más viable para ahorrar tiempo e inversión.
La CMIC promueve las certificaciones con presencia en México desde 2024 para medir, validar y promover buenas prácticas sostenibles, con las que se evalúan aspectos como eficiencia energética, gestión del agua, materiales sostenibles, calidad del aire interior. Dichas certificaciones son:
🔹 LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) cuenta con más de 800 proyectos registrados y más de 320 certificados.
🔹 EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies) con más de 100 proyectos registrados.
🔹 BREEAM, adoptado por algunos desarrolladores corporativos y centros logísticos.
🔹 Certificación WELL, presente en edificios corporativos de nueva generación.
El vicepresidente ejecutivo de sustentabilidad mencionó que es bien sabido que los proyectos sostenibles generan beneficios a largo plazo, sin embargo, el costo inicial dentro de la construcción puede ser entre el 5 y el 15% mayor de una obra convencional, pero aseguró que dichos gastos se recuperan en menos de 5 años con los ahorros operativos.
Hay que tomar en cuenta que solo el 19% de las pequeñas constructoras usan métodos sustentables, por ello, la CMIC cuenta con el Comité Nacional de Sustentabilidad, generado por especialistas, líderes en el sector comprometidos con el desarrollo sostenible.
Calvet informó que la CMIC en colaboración con la CONCAMIN participa en el desarrollo de la economía circular en conjunto con la SEMARNAT al firmar el compromiso conjunto del sector industrial y el Gobierno Federal para avanzar hacia un modelo productivo más sostenible.
No dejó pasar la oportunidad de invitar a grupos del sector de la construcción al Foro de Diálogo Climático, que organiza en colaboración con la Embajada de Alemania para el próximo 11 de junio.
Con base en todo lo anterior, la CMIC propuso un decálogo de propuestas para un mejor desarrollo sustentable de la industria:
📌 Acelera la transición energética para cumplir con las metas nacionales de energía limpia, reducir los GEI y lograr los objetivos internacionales de México.
📌 Promover la electromovilidad sostenible como parte esencial de la transición energética, mediante políticas públicas enfocadas en el desarrollo de infraestructura para el almacenamiento de energía limpia, como baterías de litio.
📌 Acelerar la adopción de vehículos eléctricos e híbridos mediante la expansión de infraestructura de recarga (electrolineras) y el establecimiento de normas e incentivos fiscales que estimulen su uso.
📌 Promover la creación de un vehículo financiero para estudios ambientales en el desarrollo de proyectos de energía renovable.
📌 Fortalecer la gestión integral de riesgos de infraestructura y movilidad, anticipando fenómenos meteorológicos extremos.
📌 Vigilar el cumplimiento de la normatividad ambiental en todos los proyectos, promoviendo el uso responsable de recursos naturales y el cuidado del entorno urbano para minimizar el impacto de la industria de la construcción y avanzar hacia edificaciones sustentables.
📌 Aprovechar de experiencias exitosas en captación de agua de lluvia, reciclaje, reúso y economía circular, integrándolas como modelos replicables en obras nuevas y desarrollos urbanos.
📌 Destinar una partida presupuestal en las inversiones públicas específica para estudios técnicos, ambientales y económicos, elaboración de proyectos ejecutivos, tramitación de licencias y otros requisitos necesarios para el desarrollo de infraestructura.
📌 Reasignar recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) destinados a emergencias y desastres naturales, con el objetivo de que los gobierno estatales y municipales elabores o actualicen sus Planes de Desarrollo Urbano, evitando la expansión desordenada en zonas de alto riesgo; ampliar el alcance del INFONAVIT – ONU Hábitat que ha significado financiamiento para planes urbanos en diversos municipios.