Integrar generación distribuida y baterías en hoteles permite ahorrar hasta 40% en electricidad, reducir emisiones y garantizar servicio continuo ante apagones.
Combinar generación distribuida (GD) con sistemas de almacenamiento en baterías (BESS) permite a hoteles y empresas turísticas ahorrar hasta un 40% anual en sus costos de electricidad, al tiempo que mejoran su eficiencia energética y reducen su huella ambiental.
La GD, por sí sola, ya representa un ahorro de hasta 25% y una disminución de más de 150 toneladas de CO₂ por año en hoteles medianos. Con la incorporación de BESS, el ahorro puede alcanzar el 40% y reducir hasta 250 toneladas de emisiones, dependiendo del consumo energético del inmueble.
Oscar García, Head of Growth and Customer Success de Energía Real, señaló que estas soluciones permiten a los hoteles tener mayor autonomía energética, mantener un servicio continuo y ofrecer una experiencia sin interrupciones a los huéspedes. En caso de apagones, las baterías entran en operación en menos de 200 milisegundos, evitando pérdidas operativas.
ONU Turismo estima que los hoteles y alojamientos generan entre el 2% y el 5% de las emisiones totales de CO₂ del sector turístico. Adoptar energía limpia, como los paneles solares integrados con almacenamiento, permite a los hoteles generar y utilizar electricidad solar incluso durante la noche o en picos de demanda, promoviendo la sostenibilidad y ayudando a cumplir con la Agenda 2030.
El contexto también es favorable: según IRENA, la energía solar y eólica representaron el 96.6% de las adiciones renovables en 2024, y México recibió 7.7 millones de turistas internacionales en los primeros dos meses de 2025, un aumento del 8.2%. Esto resalta la importancia de adoptar soluciones energéticas limpias para responder a la creciente demanda turística con fiabilidad, eficiencia y responsabilidad ambiental.