La refinería Dos Bocas apenas produce gasolina al 3% de su capacidad, debido a fallas técnicas, retrasos en infraestructura y sobrecostos que duplicaron su presupuesto.
La refinería Olmeca, conocida como Dos Bocas y considerada el proyecto emblemático del expresidente Andrés Manuel López Obrador, sigue sin operar a plena capacidad pese a haber sido inaugurada en 2022. Según el más reciente reporte de Petróleos Mexicanos (Pemex), en marzo de 2025 la refinería apenas produjo 4,000 barriles diarios de gasolina magna de ultra bajo azufre, es decir, solo el 3% de su capacidad instalada de 170,000 barriles diarios. Además, la producción cayó 45% con respecto a febrero.
En el caso del diésel, la producción fue de 35,000 barriles diarios, lo que representa un 30% del volumen proyectado. Aunque Pemex afirmó que en abril se llegó a procesar hasta 51,000 barriles diarios de gasolina, al mismo tiempo reconoció un paro en la planta de generación eléctrica de la refinería desde el 25 de abril.
Los retrasos operativos han sido atribuidos por Pemex y el gobierno a la falta de infraestructura complementaria, como ductos, vialidades y una planta eléctrica, cuya construcción dependía de otras dependencias como la CFE y Conagua. El presupuesto del proyecto también ha sido motivo de controversia, al pasar de 8,000 millones de dólares a más de 18,000 millones.
Dos Bocas fue diseñada para reducir la dependencia de México respecto a las importaciones de gasolina y diésel, especialmente para abastecer al Valle de México. Sin embargo, hoy el país aún importa cerca del 57% del combustible que consume, siendo Pemex y empresas privadas como Valero, ExxonMobil y Koch los principales proveedores.
Mientras tanto, la producción combinada de las siete refinerías mexicanas apenas supera los 306,000 barriles diarios, frente a una demanda interna de más de 700,000.