Pemex detuvo 16 pipas contratadas por sí misma en un operativo anticombustible ilegal, generando denuncias de irregularidades y falta de coordinación interna.
Un operativo federal contra el tráfico ilegal de combustibles en la frontera de Tamaulipas generó controversia cuando 16 pipas, contratadas por Petróleos Mexicanos (Pemex) para transportar combustible desde Brownsville, Texas, a Sabinas, Coahuila, fueron detenidas por la propia empresa. La revisión ocurrió el 4 de abril en las inmediaciones del Puente Internacional Pharr, donde personal de Pemex instaló un punto de inspección.
Los choferes denunciaron irregularidades, amenazas y falta de transparencia durante las revisiones. Señalaron que sus unidades contaban con toda la documentación legal, incluyendo pedimentos aduanales que acreditaban la importación legítima del combustible, adquirido a través de P.M.I. Designated Activity Company, subsidiaria de Pemex. Sin embargo, los inspectores se negaron a revisar los documentos y amenazaron con remitirlos a la Fiscalía General de la República.
Además, se instalaron laboratorios móviles para analizar el contenido de las pipas, pero no se brindaron resultados ni explicaciones. La Guardia Nacional impidió el acceso de medios al área, generando preocupación por la falta de transparencia en el proceso.
Hasta el momento, Pemex y la FGR no han emitido comunicados oficiales sobre lo ocurrido, lo que ha encendido alarmas sobre la coordinación interna de la empresa estatal. Mientras tanto, en otras zonas de Tamaulipas como Nuevo Laredo, autoridades niegan la existencia de tráfico de combustibles, aunque reportes previos, como el decomiso de 10 millones de litros de diésel ilegal en Tampico en marzo, revelan la magnitud del problema.
Este episodio pone en evidencia las inconsistencias en los operativos y la urgente necesidad de mejorar los protocolos internos de Pemex para evitar situaciones contradictorias que afectan a sus propios contratistas.