Las diputadas expusieron que sus propuestas buscan reformar la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano y la Ley de Vivienda para que la industria de la construcción sea más sostenible
En entrevista para medios, las diputadas Laura Ballesteros Mancilla e Iraís Reyes de la Torre, dieron a conocer sus iniciativas para que, al momento de generar vivienda habitacional o con el uso de recursos federales, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), establezca lineamientos sostenibles.
Las propuestas buscan reformar la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano y la Ley de Vivienda.
“Estamos buscando que se apliquen estos criterios de sostenibilidad, de captación de agua, de aprovechamiento de energías, de reducción de gastos y gas por parte de los ciudadanos”, dijo Irais Reyes.
Reiteró la importancia de que las viviendas sean sustentables y sostenibles, para que las siguientes generaciones no tengan que pagar las consecuencias de una mala planeación y los efectos ambientales de la industria de la construcción.
Por parte de Laura Ballesteros sostuvo que es importante blindar el futuro de las próximas generaciones con la calidad del aire, las reservas de agua, de tierra y las reservas verdes contra las posibles malas intenciones de cualquier administración que quisiera eliminar los lineamientos para mitigar los impactos ambientales.
Aseveró que: “Por eso a nivel federal se tiene que blindar para que estén obligados la Federación, a través de Sedatu, con la vivienda popular, a establecer estos lineamientos y criterios de sostenibilidad, los estados de la República y los municipios a nivel local, donde el blindaje tendrá que ser todavía más fuerte”.
Asegura que el objetivo de estas propuestas es reducir el uso de energías fósiles, blindar el consumo de agua, que haya lineamientos para la protección de áreas verdes y de reserva natural y que se respeten los estudios de impacto ambiental.
Además, se pretende que las edificaciones sean sostenibles por sí solas y se pueda reducir hasta el 50% del consumo de energía a partir de estos nuevos lineamientos.
Ballesteros detalló que más del 60% de la contaminación de las ciudades lo producen las edificaciones y más del 65 por ciento del consumo de energías de las ciudades lo registran las edificaciones, por lo que es preciso realizar la transición a las energías limpias.
Indicó que muchas de estas modificaciones implican una reducción de recursos, porque “lo verde sale más barato y es sostenible”.