La mezcla mexicana regresó a su tendencia a la baja, ante la amenaza de un aumento en la tasa de interés en Estados Unidos.
La mezcla mexicana de petróleo cerró la jornada con una caída de 2.84% o 3.03 dólares frente al precio de cierre del martes, al cotizarse en el mercado energético internacional en 103.69 dólares por barril, informó Petróleos Mexicanos (Pemex).
La mezcla mexicana de petróleo mantiene un promedio de 97.20 dólares por barril, 42.20 dólares por arriba de lo presupuestado por la Secretaría de Hacienda para 2022.
La mezcla mexicana cerró el mes de marzo con una ganancia de 6.75%, mientras que en abril cerró con una ganancia de 4.19%, en mayo con una utilidad de 11.58% y en junio acumula una pérdida de 8.91%.
Los precios del crudo cayeron el miércoles alrededor de 3%, ya que los inversionistas siguieron atemorizados por el ritmo de aumentos de tasas de interés de la Reserva Federal que buscan frenar la elevada tasa de inflación en Estados Unidos.
Los futuros del crudo Brent perdieron 2.91 dólares, o un 2.5%, a 111.74 dólares el barril. El referencial del Mar del Norte tocó un piso de sesión de 107.03 dólares, su menor nivel desde el 19 de mayo.
El barril de petróleo WTI de Estados Unidos retrocedió 3.33 dólares, o un 3%, para cerrar en 106.19 dólares. Previamente en el día, tocó un mínimo de 101.53 dólares por barril, un nivel no visto desde el 11 de mayo.
El miércoles, los inversionistas se enfocaron en la senda de aumentos de tasas de interés en Estados Unidos que buscan enfriar la inflación, pero que podría arruinar la recuperación de la mayor economía mundial y frenar la demanda de combustibles.
El petróleo recortó pérdidas durante la sesión después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, prometió un “enfoque general” para reducir la inflación y reiteró que los aumentos en la tasa de política monetaria del banco central serían apropiados, con un ritmo que dependerá de las perspectivas económicas.
“Powell pareció cambiar el estado de ánimo del mercado, al aparecer confiado en la economía estadounidense”, dijo Phil Flynn, analista de Price Futures. “Sus palabras han tranquilizado al mercado y llevaron a los precios a tocar fondo en el corto plazo”.
En tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió al Congreso que apruebe una suspensión de tres meses del impuesto federal a la gasolina para ayudar a combatir los precios récord de las gasolineras y brindar un alivio temporal a las familias estadounidenses este verano boreal.
Si bien los precios más bajos de los surtidores en realidad podrían impulsar la demanda de combustibles y elevar de nuevo los precios del crudo, el analista de PVM Stephen Brennock, cree que a los operadores les podría preocupar que el Gobierno de Biden tome más acciones para enfriar los elevados precios de la energía.
Los legisladores tanto demócratas como republicanos han expresado reticencia a suspender el impuesto federal a la gasolina.
La Casa Blanca llamó a los presidente ejecutivos de siete compañías petroleras a una reunión el jueves para discutir formas de aumentar la capacidad de producción y reducir los precios de la gasolina, que se sitúan en unos 5 dólares por galón.
(Reporte adicional de Sonali Paul y Mohi Natayan; editado en español por Marion Giraldo)
