El precio de la mezcla mexicana se recupera de la caída de ayer y alcanza nuevo máximo anual.
La mezcla mexicana de petróleo registró una ganancia de 0.65% o 0.45 dólares frente al precio de cierre del martes, al cotizarse en el mercado energético internacional en 69.31 dólares por barril, informó Petróleos Mexicanos (Pemex).
El petróleo mexicano que mantiene su buena racha alcanzó hoy un promedio anual a 59.61 dólares por barril.
El crudo mexicano alcanzó ayer su mejor precio desde el 31 de octubre de 2018 cuando cerró en 70.17 dólares por barril.
El petróleo WTI cerró este miércoles con un alza del 0.3% y se situó en 73.08 dólares, impulsado por los datos de las reservas nacionales.
Mientras que el Brent para entrega en agosto terminó este miércoles en el mercado de futuros de Londres en 75.19 dólares, un 0.52% más que al finalizar la sesión anterior.
Por su parte, los contratos de gasolina con vencimiento en julio ascendieron más de 4 centavos hasta 2.27 dólares el galón, mientras que los de gas natural para entrega el mismo mes sumaron 7 centavos hasta los 3.33 dólares por cada mil pies cúbicos.
El precio del petróleo atravesó una buena jornada pero redujo sus ganancias después de que los datos del gobierno de Estados Unidos confirmaran una nueva caída semanal, la quinta consecutiva, en los inventarios de crudo, momento en que los inversores aprovecharon para recoger beneficios.
La Administración de Información Energética reportó un descenso de 7.6 millones de barriles en la semana terminada el 18 de junio, una cifra superior a la esperada y a la estimada previamente por la patronal del sector.
“Gracias a los exitosos programas de vacunación, las economías están reabriendo y la demanda de combustible está elevándose. La fuerte demanda está drenando los inventarios, impulsando los precios hasta máximos no vistos en años”, explicó la analista Sophie Griffiths, de Oanda.
Los expertos han señalado que las fuertes subidas en los barriles de referencia en Estados Unidos y Europa, sumados a los descensos en las reservas que se ven desde hace semanas, apuntan a un desajuste entre oferta y demanda.
En ese sentido, la atención está ya fijada en la próxima reunión que celebrarán la OPEP y sus aliados sobre su estrategia de producción, el 1 de julio, en la que se espera que sigan abriendo los grifos a partir de agosto.
“Dada la mejorada perspectiva de demanda y el hecho de que el petróleo iraní probablemente no volverá al mercado pronto, hay posibilidades de que algunas naciones de la OPEP+ como Rusia presionen para un incremento de la producción a partir de agosto”, explicó Griffiths.
