El diputado Enrique Ochoa Reza (PRI), secretario de la Comisión de Energía, planteó que esta instancia legislativa fiscalice trimestralmente la construcción de la eventual refinería de Dos Bocas, Tabasco, anunciada por el Ejecutivo federal.
No obstante, subrayó que los recursos para su edificación, calculados por el gobierno federal en 8 mil millones de dólares, mejor deberían usarse para la creación un fondo que impulse el transporte público eléctrico recargable en todas las zonas metropolitanas del país.
Lo anterior durante su participación en la primera mesa de trabajo del foro de análisis del Plan de Nacional de Desarrollo 2019-2024 (PND) en materia energética.
El legislador señaló que en el PND hay principios rectores para el sector energético con los que coincide el grupo parlamentario del PRI, tales como que el sector debe ser soberano, sostenible, bajo en emisiones y eficiente, y fortalecer el capital humano y científico que trabaja en el sector.
Sin embargo, subrayó que hay puntos con los que no hay coincidencia, tal como establecer que los precios de los combustibles y las tarifas eléctricas no aumentarán más allá de la inflación, ya que ello es “en un deseo imposible de cumplir”.
“Este elemento choca con el principio de fortalecer las finanzas de las empresas productivas del Estado, porque todos reconocemos que los precios de los combustibles se determinan de manera internacional, obedeciendo a la oferta y la demanda y a los cambios estacionales”, explicó.
Advirtió que estipular que estos precios y tarifas no aumentarán por encima de la inflación presionará las finanzas de las empresas productivas del Estado, que se pretenden fortalecer.
También expresó su desacuerdo con el punto de no adquirir nueva deuda para Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE), toda vez que ello se contrapone a otros objetivos del propio PND, como el reclamo de inversiones para la construcción de infraestructura generadora de combustibles.
Por último, se manifestó en contra de prohibir la técnica de fracturación hidráulica, también conocida por el término en inglés fracking, para la extracción de gas y petróleo del subsuelo, “se debe regular, no prohibir”.
